El pasado sábado 29 de mayo, tras la ordenación de Ramón el pasado jueves, iba a subir para hacer su primera homilía como diácono. Por desgracia no pudo ser pero Eduardo insistió que ya que estábamos los curas y el diácono celebrásemos juntos en nombre de Ramón y para celebrar juntos Soba y Ramales la misa.
Lo que no sabía es que a mitad de la misa me hicieron leer un texto que hablaba sobre un sabio que abandonaba la ciudad donde había estudiado muchos años para volver a su casa. De como se sentía al dejar atras a la gente que conoció y de las experiencias que había vivido en esa ciudad.
Eduardo me preguntó a quien me recordaba este texto y me di cuenta que esto no era nada de Ramon, mas bien expresaba perfectamente como me sentía yo al abandonar la parroquia en enero.
Por lo visto habían preparado un homenaje que me dejó de piedra, sorprendido y contento al ver como los que habían venido era para expresar su cariño y cercanía hacia mi.
Tengo que agradecer a todos esta grata sorpresa. Sabéis que tenéis en mi a un amigo con el que podréis contar siempre y prometo seguir subiendo por la parroquia mientras mis obligaciones en la nueva parroquia me lo permitan cuando me recupere de mi actual baja.
Un abrazo para todos.
Carlos Cacicedo Secada