viernes, 17 de febrero de 2023

REFLEXION DOMINGO VII. TIEMPO ORDINARIO.CICLO “A”

En la primera lectura que hemos escuchado, del libro del Levítico, leemos estas palabras: “Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo”.

Este es el camino del cristiano: ser como es Dios, nuestro Padre, que se hizo presente entre nosotros por medio de su Hijo Jesús, que compartió nuestra vida y de quien aprendimos quien es Dios, y por ello a ser como Él. 

Y si algo aprendimos de Jesús, es que Dios es amor. y cristiano es aquel que ama a todos.  Cristiano es quien quita el odio de su corazón para llenarlo de amor al prójimo, como Dios nos ha amado a nosotros.

El evangelio de Mateo nos dice cuáles fueron las enseñanzas de Jesús. Hemos hecho la lectura del final de las bienaventuranzas, del camino para ser felices. Y nos deja dos enseñanzas.

La primera es que, en nuestra sociedad y en nuestra Iglesia, lo primero es el perdón y no la venganza. El ejemplo nos lo dio Jesús en la cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Piensa bien si sabes, si sabemos perdonar a todos.

Y la segunda enseñanza, de las muchas que nos dejó Jesús, es el amor a los enemigos. A Jesús le vemos junto a los pecadores, incluso comiendo con ellos en su casa, y aquí nos podemos acordar de Zaqueo, publicano y pecador, cuando Jesús fue a comer a su casa. Dios ama hasta a sus enemigos.

El perdón y el amor a los enemigos nos hace semejantes a Dios. Así podremos vivir el mandato de Jesús: “Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”. El “Ser santos, porque yo, el Señor, tu Dios, soy santo”.

Nueva edición del torneo de ajedrez escolar de Ramales de la Victoria

El pasado sábado 13 de abril, se celebró la séptima edición del torneo de ajedrez de Ramales de la Victoria, en donde más de 150 jóvenes aje...