Independientemente de creencias, o no, hay que valorar el trabajo de las mujeres de Matienzo, elaborando estos costosísimos y complicados altares vivientes a base de pétalos de flores. Mas en estos tiempos en que el materialismo feroz parece acapararlo todo, arrasando con los valores que hemos heredado de nuestros antepasados.
MUCHAS FELICIDADES, por el extraordinario trabajo que han realizado.