viernes, 1 de marzo de 2019

ORACION 01 DE MARZO, VIERNES




Eclo 6, 5-17

Una voz suave aumenta los amigos, unos labios amables aumentan los saludos. Sean muchos los que te saludan, pero confidente, uno entre mil; si adquieres un amigo, hazlo con tiento, no te fíes en seguida de él; porque hay amigos de un momento que no duran en tiempo de peligro; hay amigos que se vuelven enemigos y te afrentan descubriendo tus riñas; hay amigos que acompañan en la mesa y no aparecen a la hora de la desgracia; cuando te va bien, están contigo, cuando te va mal, huyen de ti; si te alcanza la desgracia, cambian de actitud y se esconden de tu vista. Apártate de tu enemigo y sé cauto con tu amigo. Al amigo fiel tenlo por amigo: el que lo encuentra, encuentra un tesoro; un amigo fiel no tiene precio ni se puede pagar su valor; un amigo fiel es un talismán, el que teme a Dios lo alcanza; su camarada será como él, y sus acciones como su fama.




Allí estás tú

Al despertar y al volverme a acostar,
allí estás tú.
Cuando estoy enferma 
y cuando rebozo de salud,
allí estás tú.
Cuando el éxito me acompaña 
y cuando el fracaso me persigue,
allí estás tú.
Cuando siento que no tengo techo,
allí estás tú.
Cuando el miedo me cierra el horizonte,
allí estás tú.
Cuando parece que todos me abandonan,
allí estás tú.
En cada abrazo que me devuelve la paz,
allí estás tú.
En los libros largos 
y las tareas tediosas,
allí estás tú.
En los momentos de alegría y claridad,
allí estás tú.
En cada uno de los que quiero,
allí estás tú.
En cada persona 
con la que no tengo ganas de hablar,
allí estás tú.
En aquellos a quienes me envías,
allí estas tú.
En mis zonas de confort,
allí estás tú.
En las fronteras,
allí estás tú.
En el café de la mañana, 
en la lluvia inesperada, 
en las plantas que florecen,
allí estás tú.
Allí estas tú, que habitas 
cada parte de mí y de mi mundo.
Inundándolo todo, 
no dejándome salir.
Recordándome que, 
aunque veces yo quiera irme de mi misma,
Tú nunca quieres irte de mí.

(María Sol Galera)