sábado, 28 de febrero de 2009

Carta del obispo sobre el domingo, día de la comunidad cristiana

CARTA DESDE LA FE

CARTA DEL OBISPO


EL DOMINGO, DÍA DE LA COMUNIDAD CRISTIANA

La asamblea eucarística, centro del domingo


+Vicente Jiménez Zamora

Obispo de Santander


“La Iglesia, desde la tradición apostólica que tiene su origen en el mismo día de la Resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que se llama con razón “Día del Señor” o domingo. Así, pues, en ese día los fieles deben reunirse para, escuchando la Palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recordar la pasión, resurrección y gloria del Señor Jesús y dar gracias a Dios, que los hizo renacer a la esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos (cfr. 1 Pe 1, 3). Por consiguiente el domingo es la fiesta primordial que debe presentarse e inculcarse a la piedad de los fieles, de modo que sea también un día de alegría y de liberación del trabajo. No debe anteponerse a ésta ninguna otra solemnidad, a no ser que sea realmente de gran importancia, puesto que el domingo es el fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico” (Vaticano II, SC 106).

La Conferencia Episcopal Española ha tenido conocimiento de la iniciativa presentada en el Parlamento Europeo sobre la protección del domingo como día no laborable y apoya la petición que se realiza a los Estados miembros y a las instituciones de la Unión Europea para que “protejan el domingo como día de descanso semanal en la futura legislación nacional y comunitaria relativa al calendario laboral[…], dado que los domingos, no laborables, constituyen un pilar esencial del modelo social europeo y forman parte del patrimonio cultural comunitario”

Para fortalecer el sentido de comunidad en nuestra Iglesia Diocesana a todos los niveles, debemos trabajar en la revitalización del domingo, con la profundización en el sacramento de la Eucaristía y animando a la participación de los fieles en la Misa Dominical en las parroquias y en las Unidades Pastorales.

Los primeros cristianos no podían vivir sin la Eucaristía. Era como su “carnet de identidad”, que los distinguía del resto de grupos. Era una necesidad para encontrarse con Cristo resucitado, escuchar su palabra, recibir su mismo cuerpo y sangre, reunirse con la comunidad y salir con la fuerza del Señor para transformar la sociedad.

Cada comunidad cristiana, al reunir a todos sus miembros para la “fracción del pan”, se siente como el lugar en el que se realiza concretamente el misterio de la Iglesia.

En la celebración misma la comunidad se abre a la comunión con la Iglesia universal, implorando al Padre que se acuerde “de la Iglesia extendida por toda la tierra”, y la haga crecer en la unidad de todos los fieles con el Papa y con los obispos de cada una de las Iglesias particulares hasta su perfección en el amor.

El domingo es, pues, el día de la Iglesia. Hemos de destacar la importancia de la celebración de la misa dominical parroquial. Ninguna actividad pastoral es tan vital o formativa para la comunidad, sea la celebrada por el obispo en la Catedral, o por el párroco en la parroquia. Aquí se descubre la importancia del sentido comunitario de la Liturgia y, sobre todo, de la Eucaristía dominical: Cristo resucitado reúne, congrega y nos impulsa a ser fermento de amor en la sociedad.

Horarios de misas del fin de semana 20 y 21 de abril

20 de abril, sábado Santayana (13:15) 4º Domingo de Pascua Regules (17:30) 4º Domingo de Pascua Ramales (20:00)    4º Domingo de Pascua 21 d...