lunes, 22 de diciembre de 2008

Carta de nuestro obispo

LA FAMILIA, UN CANTO AL AMOR, A LA VIDA Y A LA FE


+ Vicente Jiménez Zamora

Obispo de Santander


Navidad es fiesta de familia. El Hijo de Dios nació y vivió en la Sagrada Familia de Nazaret. En este clima navideño, celebramos el domingo, 28 de diciembre, la fiesta de la Sagrada Familia. En nuestra Diócesis de Santander con una Eucaristía, en la S. I. Catedral, a las 12 de la mañana.

Este año, como el anterior, habrá un gran Encuentro Nacional de las Familias en Madrid, en la plaza de Colón, bajo el lema: “La familia, gracia de Dios”.El Santo Padre el Papa Benedicto XVI enviará un mensaje en directo por videoconferencia. En dicho encuentro participaré como Obispo junto con una representación de familias de la Diócesis. El Encuentro quiere ser una fiesta y una acción de gracias a Dios por el don de la familia.

Con este motivo, en esta carta pastoral, quiero presentar el evangelio de la familia resumido en tres palabras claves: amor, vida y fe.

La familia, comunidad de amor. La familia es el ámbito privilegiado donde cada persona aprende a dar y recibir amor. Por eso la Iglesia manifiesta constantemente su solicitud pastoral por este espacio fundamental para la persona humana. Así lo enseña el Magisterio de la Iglesia: “Dios, que es amor y creó al hombre por amor, lo ha llamado a amar. Creando al hombre y a la mujer, los ha llamado en el matrimonio a una íntima comunión de vida y amor entre ellos, ‘de manera que ya no son dos, sino una sola carne’ (Mt 19, 6)” (Catecismo de la Iglesia Católica. Compendio, 337).

Esta visión positiva del matrimonio y la familia contrarresta un hedonismo muy difundido, que banaliza las relaciones humanas y las vacía de su genuino valor y belleza. Promover los valores del matrimonio no impide gustar plenamente la felicidad que el hombre y la mujer encuentran en el amor mutuo. La fe y la ética cristiana no pretenden ahogar el amor, sino hacerlo más sano, fuerte y realmente libre. Para ello, el amor humano necesita ser purificado y madurar para ser plenamente humano y principio de una alegría verdadera y duradera.

La familia, santuario de la vida. La familia es un bien necesario para los pueblos, un fundamento indispensable para la sociedad y un gran tesoro de los esposos durante toda la vida. Es un bien insustituible para los hijos, que han de ser fruto del amor, de la donación total y generosa de los padres. Proclamar la verdad integral de la familia, fundada en el matrimonio como iglesia doméstica y santuario de la vida, es una gran responsabilidad de todos.

La familia, transmisora de la fe. Transmitir la fe a los hijos, con la ayuda de otras personas e instituciones como la parroquia, la escuela o las asociaciones católicas, es una responsabilidad que los padres no pueden olvidar, descuidar o delegar totalmente. “La familia cristiana es llamada iglesia doméstica, porque manifiesta y realiza la naturaleza comunitaria y familiar de la iglesia en cuanto familia de Dios. Cada miembro, según su propio papel, ejerce el sacerdocio bautismal, contribuyendo a hacer de la familia una comunidad de gracia y de oración, escuela de virtudes humanas y cristianas y lugar del primer anuncio de la fe de los hijos” (Catecismo de la Iglesia católica. Compendio, 350).

En medio del clima de la Navidad, fiesta de gozo y salvación, deseo a todos los diocesanos un feliz domingo de la Sagrada Familia.

Horarios de misas para el fin de semana 13 y 14 de abril

13 de abril, sábado La Revilla (12:00) Dolores Fernández Lavín (1º Aniv) y su esposo  Fernando  y familiares difuntos  Santayana (13:15) 3º ...